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viernes, 29 de diciembre de 2017

Más niños son objeto de ataques en conflictos armados

"Los niños se han convertido en objetivo del conflicto y son expuestos a ataques y violencia en sus casas, escuelas y parques" 

Niños en el campamento espontáneo de Tasnimarkhola en Cox´s Bazar, en Bangladesh. Foto: OCHA / Pierre Peron


Naciones Unidas / ciberpasquinero

En conflictos alrededor del mundo, los niños se han convertido en objetivo de ataques, son usados como escudos humanos, asesinados, esclavizados y reclutados para luchar. En 2017, el número de niños que han padecido estos graves abusos ha crecido a un ritmo chocante, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y los actores de los conflictos no respetan las leyes internacionales que fueron diseñadas para proteger a los más vulnerables.
"Los niños se han convertido en objetivo del conflicto y son expuestos a ataques y violencia en sus casas, escuelas y parques", dijo Manuel Fontaine, el director de los Programas de Emergencia de UNICEF. "A medida que estos ataques continúan año tras año, no podemos insensibilizarnos. Esta brutalidad no puede normalizarse".
Las violaciones sexuales, el matrimonio forzado, el secuestro o la esclavización se han convertido en prácticas normales en los conflictos de Iraq, Siria, Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y Myanmar. En algunos contextos, luego de haber sufrido abusos por grupos extremistas, muchos niños son victimizados también por las fuerzas de seguridad cuando los liberan.
Miles de niños son también víctimas indirectas de esos conflictos. Sufren malnutrición, enfermedades y traumas por la falta de acceso a servicios básicos como alimentos, agua o salud, a menudo dañados o destruidos por el conflicto.
UNICEF hace un llamado a todos los actores de los conflictos para que cumplan con sus obligaciones bajo la legalidad internacional, cesando inmediatamente las violaciones a los niños y evitando destruir las infraestructuras civiles como escuelas y hospitales.

2017 en cifras

En Afganistán
, cerca de 700 niños fueron asesinados en los primeros nueve meses del año.
En la República Central Africana, luego de meses de conflicto, hubo un incremento dramático de la violencia contra los niños, quienes fueron asesinados, violados, secuestrados y reclutados por grupos armados.
En la región de Kasai de la República Democrática del Congo, la violencia ha sacado de sus casas a 850.000 niños, mientras que más de 200 centros de saluds y 400 escuelas han sido atacadas. Unos 350.000 niños sufren de malnutrición severa.
En el noreste de Nigeria y Camerún, el grupo extremista Boko Haram ha forzado a más de 135 niños a actuar como bombas suicidas, cinco veces más que en 2016.
En Iraq y Siria, los niños han sido usados como escudos humanos, atrapados en ataques, objetivo de francotiradores, y han tenido que sobrevivir a intensos bombardeos y violencia.
En Myanmar, los niños rohingya han sufrido y sido testigos de abusos masivos mientras eran expulsados de sus hogares en el estado de Rakhine; a su vez, niños en las áreas fronterizas de Kachin, Shan y Kayin sufrieron las consecuencias de las tensiones entre las fuerzas armadas de Myanmar y varios grupos armados étnicos.
En Sudán del Sur, donde el conflicto ha colapsado la economía y causado hambruna en varias partes del país, más de 19.000 niños han sido reclutados por las fuerzas armadas y los grupos rebeldes, y más de 2.300 han sido asesinados o heridos desde que el conflicto inició en diciembre de 2013.
En Somalia, se han registrado 1.740 casos de reclutamiento de menores en los primeros 10 meses del año.

Yemen: 1.000 días de conflicto

Desde que el conflicto se intensificó hace mil días, han nacido en Yemen tres millones de niños. Pero las vidas de estos pequeños no cuentan con augurios muy optimistas en estos momentos. Según un nuevo informe de UNICEF sobre la situación de los niños en Yemen, las vidas de los menores están sumidas en la violencia, el desplazamiento, las enfermedades, la pobreza y la falta de acceso a necesidades básicas, como comida, agua potable, medicamentos, educación y seguridad.
Yemen, el país más pobre de Oriente Próximo, ya dependía en gran medida de la ayuda humanitaria antes de que el conflicto se intensificara en 2015. 
Yemen ha sufrido durante décadas la falta de desarrollo, el declive económico, conflictos intermitentes, olas de violencia y un Estado de derecho frágil.Mil días después del incremento de la violencia, las necesidades de los niños de Yemen son enormes: prácticamente todos y cada uno de ellos necesitan ayuda humanitaria (más de 11 millones de niños).
Se ha verificado que casi 1.000 días de guerra han dejado más de 5.000 niños muertos o heridos, aunque se calcula que los números reales son mucho más elevados.
"Se estima que cinco niños son asesinados o heridos cada día desde marzo de 2015, y muchos más sufren en silencio de malnutrición o enfermedades prevenibles a causa de la falta de servicios básicos", dijo Meritxell Relaño, representante de UNICEF en Yemen. "Los niños que sobrevivan conservarán las heridas del conflicto cuando sean adultos, con consecuencias para el resto de sus vidas".
De los 1,8 millones de niños que sufren malnutrición, cerca de 400.000 casos son severos y están en riesgo de muerte si no reciben tratamiento inmediato.

Ver también el ensayo fotográfico

lunes, 25 de diciembre de 2017

Demencia neurodegenerativa

La enfermedad de Alzheimer es la más estudiada y la más frecuente de las demencias neurodegenerativas. La Organización Mundial de la Salud indica que acapara entre un 60% y un 70% de los casos.
El Parkinson es el segundo trastorno degenerativo y afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años.



México, AMC / ciberpasquinero 

Las demencias son un síndrome caracterizado por un deterioro del funcionamiento cerebral que se manifiesta como deterioro cognitivo, alteraciones de la conducta y del humor, síntomas psiquiátricos y alteraciones de la funcionalidad. 
La edad es el factor de riesgo más importante para desarrollar un síndrome demencial. Se ha estimado que para el año 2050 en México una de cada cuatro personas tendrá más de 60 años, dijo Ana Luisa Sosa Ortiz, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).
En el artículo "Epidemiología de las demencias", publicado en Archives of Neurociences en 2016 y del que la investigadora es coautora, se señala que las estimaciones para el año 2015 eran de 46.8 millones los casos de demencia a nivel mundial y se calcula que aparece un nuevo caso cada 3 segundos. En México, con base en el censo poblacional del 2010, considerando la prevalencia de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, se estimaron unos 805 mil casos de demencia.
Durante la conferencia "Epidemiología de las enfermedades neuro-degenerativas en México", la especialista en psiquiatría subrayó que para el desarrollo de algún tipo de demencia existen diversos factores, entre ellos los neurodegenerativos.
Las enfermedades neurodegenerativas —frecuentes en edades avanzadas y que se caracterizan por la pérdida neuronal y sináptica, además del depósito de agregados proteicos— son un grupo de trastornos heterogéneos en su fisiología y en su fenotipo clínico, pero con traslape en algunas de sus características, por lo que el diagnóstico diferencial no es fácil.
Para poder establecer una evaluación, en la actualidad se recurre a los biomarcadores que están relacionados con la fisiopatología de estas enfermedades, ya que la precisión en el diagnóstico es indispensable para estimar un pronóstico y guiar el tratamiento.


Declive cognitivo
La enfermedad de Alzheimer es la más estudiada y la más frecuente de las demencias neurodegenerativas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud acapara entre un 60% y un 70% de los casos. 
Clínicamente se caracteriza por un declive cognitivo, por lo general progresivo, en el que predominan alteraciones de memoria inmediata, alteraciones visuoespaciales, de lenguaje y de las habilidades motoras adquiridas.
Además de la edad, otros factores de riesgo para desarrollar Alzheimer son eventos cerebrovasculares, hiperlipidemia, tabaquismo, diabetes y obesidad, explicó Sosa Ortiz,  que participa en uno de los proyectos internacionales dedicados al estudio epidemiológico de las demencias conocido como 10/66, un Grupo de Investigación en Demencia conformado por investigadores de India, China, Nigeria, Cuba, República Dominicana, Brasil, Venezuela, Perú, Argentina y México, que colaboran para realizar estudios en adultos mayores en diferentes zonas geográficas de cada país.

A 200 años de la descripción del Parkinson
En 1817, el médico inglés James Parkinson describió un síndrome que denominó parálisis agitante, que posteriormente fue llamado enfermedad de Parkinson por Jean-Marie Charcot.
La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno degenerativo más frecuente después del Alzheimer, y afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años. Es considerado como una alteración del movimiento —se puede presentar bradicinesia o movimientos lentos, temblor en reposo, rigidez e inestabilidad postural—, mientras que los síntomas cognitivos pueden presentarse años después de las alteraciones motoras.
"Es una enfermedad genéticamente heterogénea y de herencia compleja, ya que una persona en cuya familia se ha presentado la enfermedad tiene un factor de riesgo del 3% a 7% de presentarla en comparación con las personas que no tienen estos antecedentes", destacó la investigadora en la conferencia que brindó en el marco del simposio "A 200 años de la descripción de la enfermedad de Parkinson", en noviembre en las instalaciones de El Colegio Nacional.
En lo que se refiere a la prevalencia de la enfermedad, la edad promedio de la aparición de este padecimiento es a los 60 años, es más frecuente en los hombres para quienes generalmente inicia más temprano y tiene mayor severidad.
Y aunque en México no hay estudios epidemiológicos poblacionales sobre la enfermedad de Parkinson, la doctora Ana Luisa Sosa Ortiz habló de los datos —generados por la doctora Mayela Rodríguez, del INNN— de los pacientes del Instituto al que está adscrita, los cuales indican que de los 1081 pacientes con la enfermedad que están registrados en esta institución el 56% son hombres y el 44% mujeres, la edad promedio es de 64.7 años y en el  89% de los casos la enfermedad inició después de los 40 años.

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jueves, 21 de diciembre de 2017

Chimpancés y niños quieren ver que se hace justicia

 Si alguien perjudica a otros, los humanos tendemos a querer que se le castigue para que no se vuelva a repetir su mala acción. Un equipo de científicos ha analizado los orígenes de esta motivación en unos experimentos con niños y con chimpancés y concluye que tanto los grandes simios como los niños a partir de los seis años quieren ver cómo el otro recibe el castigo.

<p>A partir de los seis años, los niños tienen la motivación de ver cómo el actor antisocial recibe la corrección. / ©Fotolia</p>

A partir de los seis años, los niños tienen la motivación de ver cómo el actor antisocial recibe la corrección. 


España / ciberpasquinero

Cuando una persona hace algún tipo de daño a otros, nace en los adultos la motivación de ver cómo se castiga a ese individuo para que no se vuelvan a producir situaciones de injusticia. Pero ¿qué sienten los niños y otras especies de primates ante estos casos? 
Un equipo internacional, liderado por el Max Planck Institute for Human Cognitive and Brain Sciences, ha estudiado los orígenes filogenéticos de esta motivación que subyace a la acción de castigar al que ha obrado mal. Por ello, han realizado una serie de experimentos con niños de cuatro a seis años y chimpancés. 

A diferencia de los humanos, los chimpancés no comparten la motivación de ver aplicar los castigos cuando ellos no han sido los perjudicados

Los resultados, publicados en la revista Nature Human Behaviour, demuestran que tanto los chimpancés como los niños de seis años (pero no los menores de esa edad) escogen ver el castigo hacia el actor que ha actuado mal, incluso si esto supone un coste para ellos. Ambas especies compartimos mecanismos psicológicos similares destinados a buscar el castigo de aquellos que nos dañan. 

"Las raíces filogenéticas de la motivación por la venganza parecen comunes entre chimpancés y humanos a partir de seis años, ya que ambos están dispuestos a correr costes para continuar viendo cómo se castiga a un actor que previamente les ha retirado un elemento valioso", señala a Sinc Nereida Bueno-Guerra, coautora del estudio e investigadora ahora en la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. 

Según los científicos, el origen de los sistemas jurídicos, legales y morales se encuentra en una necesidad de castigo compartida entre ambas especies, que en algún momento de nuestra historia evolutiva se amplió para cubrir las situaciones en que son otros (y no solo nosotros) los afectados por un daño. "Esta ampliación tal vez se debe a los efectos de una larga historia de educación en valores empáticos y de cooperación", recalca Bueno-Guerra, que era investigadora en la Universidad de Barcelona mientras se realizó el trabajo. 

Sin embargo, a diferencia de los humanos, los chimpancés no comparten la motivación de ver aplicar los castigos cuando ellos no han sido los perjudicados. En este caso, "la motivación de las personas por el castigo merecido incluye las situaciones que sufren terceras personas, lo que lleva a establecer mecanismos sociales como tribunales o declaraciones universales de derechos humanos", apunta la experta. 

Experimentos en busca de venganza 

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos realizó unos experimentos en los que el sujeto (niño o chimpancé) aprendía que existían un actor prosocial (que le daba juguetes o comida) y otro antisocial (que le quitaba juguetes o comida). En el caso de los niños, estos actores eran marionetas y en el caso de los chimpancés eran personas (experimentadores). 

Los niños de seis años y los grandes simios eligen seguir viendo el castigo hacia el actor antisocial

"Una vez que habían aprendido esto, veían como un tercer sujeto (otra marioneta/otro investigador) entraba en escena y comenzaba a pegar a cada uno de ellos por separado. En el momento de pegarle, en la condición "invisible" la acción podía desaparecer de la vista de los sujetos (en el caso de los niños, las marionetas desaparecían tras un telón tipo teatro, y en el caso de los chimpancés, los experimentadores se desplazaban hacia un sitio de la sala desde la cual el chimpancé no podía seguir viendo la acción) y en la condición "visible" el castigo continuaba sucediendo a la vista de los sujetos", explica Bueno-Guerra. 

Para comprobar si los niños y los chimpancés realmente querían seguir viendo el castigo en la situación "invisible" –aquella en la que la acción desaparecía de su vista–, los científicos les pidieron que depositaran unas monedas en una caja para seguir viéndolo o en otra para dejar el telón caído, sabiendo que en el primer caso las perderían. Los animales tuvieron que abrir una puerta muy pesada que les daba acceso a otra sala. 

Así comprobaron que los niños de seis años y los grandes simios eligen seguir viendo el castigo hacia el actor antisocial. Los niños además mostraron una mezcla de expresiones faciales tanto de emociones positivas como negativas (sonreír y fruncir las cejas).

Los menores de seis años  comprendían la situación pero tenían dificultades para tomar decisiones al enfrentarse a situaciones morales complejas, seguramente por el entorno o el desarrollo cerebral. Estos hallazgos brindan una nueva perspectiva sobre la evolución del castigo como una forma de hacer cumplir las normas sociales y garantizar la cooperación.

Referencia bibliográfica: 

Natacha Mendes et al. "Preschool children and chimpanzees incur costs to watch punishment of antisocial others" Nature Human Behaviour 18 de diciembre de 2017 

Zona geográfica: Internacional
Fuente: SINC

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Ciberpasquinero

Interacción de dos fenómenos climáticos condiciona las sequías y los ecosistemas

El descubrimiento podría ser esencial para la planificación hídrica, agraria y forestal y para evaluar la vulnerabilidad climática de los ecosistemas frente unas condiciones de calentamiento sin precedentes en el Mediterráneo.



Universidad de Alcalá / ciberpasquinero¿Cuáles son las causas de las sequías que sufrimos periódicamente en España? ¿Por qué a veces tenemos inviernos templados y lluviosos y otros fríos y secos o fríos y húmedos? ¿Influye el cambio climático de origen antropogénico sobre estos procesos? ¿Cómo actúan estos ciclos sobre la productividad de los ecosistemas terrestres? Y finalmente, ¿podemos predecir estos ciclos y así adecuar nuestra economía a dichos ciclos?

El trabajo, publicado esta semana en Nature Communications y liderado por el grupo de Ecología y Restauración Forestal de la Universidad de Alcalá (UAH) en colaboración con la Universidad Ginebra, aporta claves importantes para responder a algunas de estas preguntas.

La oscilación del Atlántico Norte (NAO) es una fluctuación a gran escala en la masa atmosférica situada entre la zona de altas presiones subtropicales y la baja polar en la cuenca del Atlántico Norte, y es, en gran parte, responsable de los períodos de sequía en el continente europeo. Estudios anteriores muestran que la NAO tiene un gran efecto potencial sobre diferentes aspectos, desde la fijación de carbono y el crecimiento de los árboles, a la producción de frutos o los ciclos de plagas forestales. Sin embargo, la conexión entre la productividad forestal a largo plazo y la NAO presentaba algunas inconsistencias, como periodos en los que los ciclos climáticos no se correspondían a lo esperado por el valor de la NAO. En su trabajo, los investigadores de la Universidad de Alcalá muestran justamente que estas inconsistencias pueden tener su origen en anomalías periódicas de la temperatura a nivel superficial del Océano Atlántico, conocidas como Oscilación Multidecadal Atlántica (AMO). Se trata de fenómenos oceánicos que aparecen en el norte del Océano Atlántico y por el cual las temperaturas oceánicas siguen un ciclo de una duración total de unos 70 años. Estos cambios de la temperatura del océano afectan a la atmósfera pero no instantáneamente, sino con un cierto retraso.

El trabajo, liderado el profesor Jaime Madrigal (recientemente investigador de la UAH y en la actualidad de la de Ginebra), es el resultado de una línea de investigación exhaustiva que comenzó hace más de cinco años y que integra datos de archivos históricos, climatología, modelos estadísticos y ecología forestal. "Ha sido un trabajo fascinante, desempolvar archivos de finales del siglo XIX para tener estimaciones precisas de cómo ha evolucionado la productividad de los bosques en España durante el último siglo y analizarlos con herramientas del siglo XXI para comprender las causas de los ciclos climáticos y sus consecuencias sobre la productividad de los ecosistemas españoles" explica Miguel Ángel de Zavala, coordinador del estudio en la UAH.

La investigación, que ha sido posible gracias a la colaboración de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM), integra datos de pinares de varias localidades en Castilla La Mancha y en Castilla y León. "Estos pinares eran la base del sustento de muchas zonas rurales en España desde el siglo XIX, por este motivo se llevaba a cabo una cuantificación exhaustiva de los recursos disponibles, madera, pastos, resina etc...", explican los investigadores. El problema es que muchos de los trabajos anteriores se basaban en proyecciones de modelos y además, no consideraban la interacción entre ambos modos climáticos, la NAO y AMO. Gracias a la existencia de esta serie temporal, en el estudio se demuestra por primera vez que es la interacción de ambos modos climáticos la que controla en gran medida la productividad de los ecosistemas.

Así, los resultados del trabajo muestran que las fases AMO+ NAO+ y AMO-NAO- ejercen un elevado control sobre la productividad forestal, debido a la disminución de las precipitaciones y temperaturas invernales. La NAO es como una llave que abre y cierra la entrada de las borrascas pero es necesario el control de AMO (ligada a la temperatura del Atlántico en latitudes extratropicales y a la formación de borrascas) lo que finalmente determina la temperatura y humedad del aire que llega a la Península.

En una situación de sequía como la que está azotando el Mediterráneo en los últimos tiempos, estos hallazgos podrían ser esenciales para la planificación hídrica, agraria y forestal, y en particular para evaluar la vulnerabilidad climática de los ecosistemas.


Referencia bibliográfica:

Jaime Madrigal-González et al. 2017. Forest productivity in Southwestern Europe is controlled by coupled North Atlantic and Atlantic multidecadal oscillationsNature Communications. DOI: 10.1038/s41467-017-02319-0


miércoles, 13 de diciembre de 2017

Chan Hol II, el esqueleto robado más antiguo de América

Esta es la historia de Chan Hol II y de los espeleobuzos, arqueólogos subacuáticos, antropólogos físicos y geólogos que lo rescataron para develar las historias que tiene que contar a la humanidad.

 

Playa del Carmen, Quintana Roo, Conacyt / ciberpasquinero

Al esqueleto de Chan Hol II no se lo pudo haber robado cualquiera, el ladrón debía ser un especialista. Una persona con la preparación y el equipo necesario para sumergirse en un cenote, bucear más de un kilómetro dentro de un oscuro laberinto y ubicar el punto exacto en que se encontraban los huesos del que, hoy se sabe, era el esqueleto más antiguo de todo el continente americano.

Esqueleto de Chan Hol II previo al robo creditos Nick Pool Liquid JungleEsqueleto de Chan Hol II previo al robo. Fotografía: Nick Pool/Liquid Jungle.
Antes del saqueo, el primero en ver a Chan Hol II con ojos de científico fue Jerónimo Avilés Olguín, director del Instituto de la Prehistoria de América, A. C. Irónicamente, Jerónimo no encontró el esqueleto en las profundidades de un cenote sino en Facebook.
 
En febrero de 2012, un espeleobuzo extranjero publicó en redes sociales las fotografías de una osamenta muy bien conservada con la que se había topado al explorar una cueva inundada en la Riviera Maya. Jerónimo, que llevaba más de 15 años como espeleobuzo y 12 años estudiando fauna y esqueletos de gran antigüedad, las vio y pensó que el esqueleto podía aportar información valiosa sobre los primeros habitantes de la península. Las imágenes no revelaban ninguna pista de la localización de los huesos, así que no dudó en contactar a la persona que subió las fotos para pedirle que lo llevara a ver los restos.
 
Esqueleto de Chan Hol II antes de ser saqueado propiedad de Nick Pool Liquid JungleEsqueleto de Chan Hol II previo al robo. Fotografía: Nick Pool/Liquid Jungle.
Al entrevistarse con él, le explicó todo el trabajo de investigación que su grupo estaba haciendo, pero el buzo parecía no querer compartir el hallazgo, le dio "largas" y nunca lo llevó al sitio.
 
Un mes después, otros exploradores dieron con la localización exacta de los restos, los fotografiaron, subieron las imágenes a Facebook y le reportaron a Jerónimo la ubicación del esqueleto.
 
En ese instante, Jerónimo informó del hallazgo a su grupo de trabajo, que se encontraba investigando otros esqueletos en cuevas sumergidas y tenían las autorizaciones necesarias en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para rescatar el esqueleto. Solo había que planear los aspectos técnicos para entrar a la cueva.
 
Pero una semana después, el 23 de marzo de 2012, cuando otro equipo de espeleobuzos entró a la cueva para fotografiar el hallazgo, el esqueleto ya no estaba. Había sido saqueado antes de que los científicos pudieran comenzar a estudiarlo.

Un trabajo bien hecho

Pero ¿por qué los investigadores no sacaron el esqueleto de Chan Hol II en cuanto supieron de su ubicación?, ¿por qué lo dejaron expuesto al saqueo?
 
Al contrario de lo que podría parecer, dejar a Chan Hol II en la cueva no era una receta perfecta para el hurto. El sitio del hallazgo era tan inaccesible que solo unas pocas personas en el mundo, con el dominio de técnicas especializadas de buceo, podían llegar a él.
 
Por otro lado, Alejandro Terrazas Mata, científico del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encargado de coordinar los estudios de antropología física dentro del grupo de investigación, sabía que para obtener la mayor información posible del esqueleto había que estudiar y registrar con lupa el contexto de la cueva antes de pensar en mover un milímetro los huesos, es decir, había que hacer una etapa de investigación in situ.
 
Antes y despues del saqueo chan holA la izquierda, el sitio antes del saqueo; a la derecha, el sitio después del saqueo. Imagen cortesía de Jerónimo Avilés.
Al estudiar la distancia entre el esqueleto y la entrada de la cueva, la posición de los huesos y otros vestigios asociados, los científicos pueden anticipar y establecer hipótesis del origen de los restos o de cómo llegaron allí. Estas observaciones se hacen dentro del agua, sin tocar el hallazgo y forman parte de una etapa larga y detallada que, en el caso de los sitios sumergidos, puede durar años.
 
Esto es así porque los espeleobuzos o los arqueólogos subacuáticos solo cuentan con algunos minutos al día para estudiar el sitio. Por ejemplo, para llegar a los restos de Chan Hol II tuvieron que bucear por 40 minutos, una vez allí contaron con máximo 20 minutos para observar el lugar, hacer anotaciones, fotografías y videos, pues tenían que regresar por otros 40 minutos para volver a la salida. Cada minuto extra que los espeleobuzos pasaban en la cueva ponía en riesgo su vida.
 
El saqueo no permitió realizar un estudio  in situ completo de Chan Hol II, pero las fotografías que se tomaron antes del robo mostraban que el esqueleto estaba articulado, es decir, sus huesos se encontraban en la posición correcta unos respecto a otros, no habían sido movidos desde la muerte del individuo.
 
Para Alejandro y los demás científicos del proyecto, esto significaba una cosa: la persona había muerto dentro de la cueva o había sido colocada ahí intencionalmente en un momento en el pasado cuando el nivel del mar era tan bajo que el lugar estaba seco. Esto solo era posible si la muerte había sucedido hace más de 10 mil años, durante el Pleistoceno, cuando el mar se encontraba 100 metros por debajo de su nivel actual.
 
Pero para Alejandro, "nunca, por ningún motivo, se debe asegurar nada si no se han hecho los estudios correspondientes", el antropólogo necesitaba hacer el fechamiento si quería estar seguro del pasado de Chan Hol II, es decir, había que sacar lo poco que pudiera haber quedado del esqueleto y estudiarlo.

Lo que el saqueador dejó

Según las fotografías, antes del saqueo se había preservado más de 80 por ciento de Chan Hol II. Pero cuando el grupo de trabajo de Jerónimo Avilés fue a rescatar lo que quedaba del esqueleto, solo recuperaron 10 por ciento de él. Aun así, los espeleobuzos recuperaron 155 fragmentos óseos, entre ellos cuatro dientes, los dos oídos internos, una rótula y algunas falanges.
 
Además encontraron un resto de mayor tamaño. A Chan Hol II le había crecido una estalagmita en el lado derecho de la cadera y el ladrón no pudo llevarse el hueso, pues estaba completamente cubierto e incrustado al piso de la cueva.
 
Durante seis buceos, con cincel y mazo, el equipo subacuático trabajó para sacar la cadera junto con la estalagmita del fondo de la cueva. Esos dos elementos serían la clave para descubrir la historia de un ser humano que vivió en la península en la misma época que perezosos gigantes, tigres dientes de sable y gonfoterios.
Fragmentos recuperados de Chan Hol IISe recuperaron 155 fragmentos óseos del esqueleto de Chan Hol II. Imagen cortesía de Jerónimo Avilés.

Poner fecha al pasado

Una vez que los espeleobuzos rescataron lo que quedó del esqueleto de Chan Hol II, llegó el turno de los arqueólogos, antropólogos físicos, geólogos y otros especialistas. Había que hacer hablar a los huesos y una de las preguntas que más ansiaban responder los científicos era ¿cuántos años tienen estos restos?
 
Pero los huesos de Chan Hol II habían permanecido tanto tiempo bajo el agua que iba a ser difícil sacarles cualquier palabra; de hecho, su fechamiento con la técnica de carbono-14 fue muy problemático.
 
Como todos los huesos, los de Chan Hol II tienen una parte orgánica, formada por átomos de carbono, y una parte inorgánica, formada por hidroxiapatita, el mineral que da la dureza al tejido. Pero después de tanto tiempo bajo el agua, toda la parte orgánica del hueso, compuesta principalmente por colágeno, se disolvió y se perdió. Y sin colágeno, el fechamiento con carbono-14 no es muy confiable.
 
Por fortuna aún quedaba otro camino. Si no era posible medir la antigüedad del hueso, tal vez sería posible calcular la edad de la estalagmita que crecía sobre él. Para ello, otro isótopo radiactivo podía utilizarse, el uranio. 

El uranio radiactivo

La península de Yucatán está formada casi en su totalidad por rocas de carbonato de calcio, un mineral que es soluble en agua. Esto ha ocasionado que la lluvia disuelva parte del suelo de la península, lo agriete y forme cuevas, que cuando colapsan dan lugar a los cenotes.
 
Goteo estalactita uranioGoteo de estalactita. En el agua que escurre en el subsuelo van disueltos minerales que forman nuevas estructuras como las estalactitas y estalagmitas. Además, en el agua hay átomos de uranio radiactivo que se usan para medir la edad de las formaciones.
Pero una vez disuelto en el agua, el mineral puede volver a depositarse y crear estructuras como las estalactitas y las estalagmitas, como sucedió con la cadera de Chan Hol II.
 
Por más de dos mil años, un escurrimiento de agua con carbonato de calcio disuelto goteó sobre la cadera de Chan Hol II y, capa por capa, el mineral precipitó hasta formar una estalagmita.
 
Pero en el agua que goteaba hasta la cadera del esqueleto había disuelto algo más que carbonato de calcio. También había pequeñísimas cantidades de uranio-234, un elemento radiactivo que se encuentra de forma natural en la atmósfera y que además es soluble en agua.
 
Mientras la estalagmita se formaba, el uranio-234 quedaba atrapado en cada capa de mineral que se endurecía. Pero una vez aprisionados los átomos radiactivos, poco a poco se iban transformando en un nuevo elemento, en torio-230. Y como el torio no es soluble en agua, la única forma en que la estalagmita de Chan Hol II podía contener este elemento, era si había pasado el tiempo suficiente para que algunos átomos de uranio-234 se transformaran en torio-230.
 
Así que lo que los científicos tenían que hacer para conocer la edad de Chan Hol II era medir la cantidad de uranio-234 y torio-230 en la primera capa de la estalagmita que se había formado sobre el hueso.

Más problemas de fechamiento

Estalagmita seccionada 2La estalagmita de la cadera de Chan Hol II fue seccionada y se extrajo una pequeña cantidad de mineral para hacer el fechamiento con la técnica de uranio/torio.
Pero una solución más, un problema más. Las capas de la estalagmita más cercanas al hueso de Chan Hol II resultaron demasiado porosas y difíciles de medir, así que los científicos solo se atrevieron a tomar como válido el fechamiento obtenido a 2.3 centímetros sobre el hueso, donde el mineral estaba lo suficientemente denso como para no contaminarse con más uranio del ambiente. Las mediciones obtenidas le dieron a Chan Hol II un mínimo de 11 mil 300 años de antigüedad.
 
Ya con esto podía clasificarse como uno de los restos humanos más antiguos del continente americano. Pero los científicos quisieron seguir indagando y calcularon el tiempo que pudo haber pasado para que la estalagmita creciera esos 2.3 centímetros sobre el hueso. Tomaron como base el ritmo de crecimiento de estalagmitas de antigüedad similar encontradas en Estados Unidos, China y Venezuela, y concluyeron que Chan Hol II debía tener por lo menos 13 mil años de antigüedad y era, junto con otros dos restos de la península, el esqueleto humano más antiguo de todo el continente americano.
 
Toda esta investigación fue publicada en la revista científica PLOS ONE y requirió años de trabajo conjunto de científicos de la Universidad de Heidelberg, del Museo del Desierto, de la UNAM y del Instituto de la Prehistoria de América.
equipo chan hol II

Lo que un humano de 13 mil años puede contar

Si Alejandro Terrazas hubiera podido estudiar el esqueleto completo de Chan Hol II, hubiera podido saber su edad, su estatura, sus condiciones de salud y qué tipo de actividad física realizaba, se hubiera dado una idea general sobre cómo era su vida.
 
info jeronimo aviles chan hol02
Pero más que la información sobre la vida de un individuo, se perdió la posibilidad de enriquecer exponencialmente los conocimientos sobre la población que habitaba hace más de 10 mil años en la península.
 
"Un solo esqueleto no puede contarnos mucho porque podríamos haber encontrado un individuo que era raro en su población y no sería representativo. Pero cuando tenemos tres, cuatro o cinco, ya empezamos a darnos cuenta de la variabilidad de esa población, de sus condiciones de salud como población y no como individuo".

Antes del buceo en cuevas, los arqueólogos y antropólogos no tenían evidencia de que en la península de Yucatán hubieran vivido seres humanos anteriores a la civilización maya. Pero gracias al desarrollo del espeleobuceo, hoy se conocen más de 10 esqueletos de gran antigüedad en la región.

Los restos de estos individuos comparten ciertas características. Sus cráneos se parecen mucho, la forma de sus caras es similar, su estatura, su robustez y sus condiciones de salud eran similares. Esto a Alejandro le dice que hace más de 10 mil años en la península vivía una población humana estable, con una demografía exitosa y que estaba sobreviviendo adecuadamente.

De hecho, las características de los cráneos de esta población no coinciden exactamente con las del grupo de seres humanos que cruzó el estrecho de Bering, ni con las de otros individuos del centro de México o de Sudamérica, que se asemejan bastante a los habitantes de China de la misma época.
 
Esta diferencia puede dar pistas sobre la llegada del hombre a América.

¿Cuándo llegó el hombre a América?

Durante la segunda mitad del siglo XX, entre los arqueólogos estadounidenses predominaba la teoría de que el Homo sapiens llegó a América desde Asia cruzando por el estrecho de Bering cuando el nivel del mar era tan bajo que dejó un corredor seco entre los dos continentes. Esto habría sucedido de 10 mil a 13 mil años atrás. Pero los esqueletos que se han encontrado en las cuevas sumergidas de la península de Yucatán cuentan una historia diferente.
 
"Un esqueleto de 13 mil años en Yucatán implica que los humanos tuvieron que haber llegado antes, tal vez 15 mil, tal vez 17 mil años", comenta Alejandro. Y sobre todo, si las poblaciones tienen características físicas diferentes, debieron haber pasado el tiempo suficiente en la península para que cambiara la forma de sus cráneos.
 
Hoy la teoría que dice que el humano llegó en una única ola migratoria a América hace no más de 13 mil años, ya no es aceptada. En la actualidad existen diferentes teorías que explican el poblamiento de América, pero la mayoría concuerda en que hubo varias migraciones que llevaron al humano al nuevo continente, incluso desde Oceanía a través del mar, aunque este arribo habría sido muy reciente.
 
Pero los ancestros de Chan Hol II llegaron probablemente por el norte, hace aproximadamente 20 mil años, cuando una población humana entró por Alaska y quedó aislada del mundo diferenciándose por varios miles de años, explica Alejandro. Finalmente, siguiendo la costa del océano Pacífico entraron al continente americano y al llegar a lo que hoy es territorio mexicano se dividieron. Algunos grupos continuaron por la costa, otros subieron al altiplano y otros viajaron hacia la península de Yucatán.

Los ancestros

¿Entonces Chan Hol II y los otros individuos que se encontraron en la península son antepasados de los mayas? Alejandro explica que hay que tener cuidado con este tipo de preguntas, pues es muy difícil comparar poblaciones de hace 11 mil años con poblaciones del presente. Y aunque el grupo de investigación ha hecho algunos estudios y comparaciones, no están listos para responderla.
 
Los cráneos encontrados tienen rasgos diferentes a los de los mayas prehispánicos y no se parecen a los de los mayas actuales, aun así todavía no se puede asegurar que no estén emparentados.

Lo que Chan Hol II todavía no ha revelado

Chan Hol II aún tiene historias que contar a la humanidad. Las pequeñas partículas de estroncio, bario y otros elementos que contienen sus huesos pueden hablar sobre lo que comió, responder si su dieta era principalmente de carne o de vegetales, si sus alimentos provenían del mar o de la tierra. Alejandro no pierde la esperanza de obtener más conocimiento de lo poco que quedó del esqueleto después del saqueo.
 
"Podríamos conocer todavía un montón de cosas. Vamos a buscar ADN, no sé si lo encontremos, pero tenemos que seguir investigando, porque a pesar de los pocos restos que quedaron, gracias a las nuevas tecnologías podríamos conocer más sobre cómo vivió y cómo murió esta persona".
 
Aun así no se puede negar que la pérdida del esqueleto es irreparable, Alejandro sabe que ahora será muy difícil, por no decir imposible, estudiar las enfermedades que sufrió Chan Hol II, comparar la forma de su cráneo con otras poblaciones o hacerle una reconstrucción facial.

Un caso abierto

Instituto de la prehistoria de AmericaInstituto de la Prehistoria de América, A.C.

"Al que se apodere de un monumento arqueológico, histórico o artístico sin consentimiento de quien puede disponer de él con arreglo a la Ley, se le impondrá prisión de tres a diez años y de dos mil a tres mil días multa". Eso es lo que establece el artículo 52 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

El robo de Chan Hol II fue reportado a las autoridades correspondientes por la delegación del INAH en Quintana Roo, pero la culpabilidad aún no ha sido establecida.

Para los participantes del proyecto, la capacidad de buceo que se necesita para acceder a sitios como en el que se encontraba Chan Hol II y las circunstancias en las que se dio el saqueo apuntan a espeleobuzos extranjeros.

"Para estos personajes, que no están informados, cuando los científicos se llevan los restos para estudiarlos los desaparecen. Aunque sea un proyecto de investigación con especialistas, avalado por el INAH y todo lo formal que podría ser, esta gente piensa que ya se los llevaron y no van a saber nada más al respecto", dice Jerónimo. 

Pero el conocimiento científico que se ha generado gracias a la colecta y el estudio de los huesos no solo se ha quedado en revistas internacionales arbitradas, ha llegado hasta los niños en el libro de texto de tercero de primaria La entidad donde vivo, Quintana Roo y a los habitantes del estado con el Museo de la Prehistoria ubicado en el parque cenote Dos Ojos en Tulum. Incluso le ha dado la vuelta al mundo como parte de una exposición itinerante sobre la Era del Hielo, que actualmente se presenta en Alemania.

El peligro de los robos en la península

El caso de Chan Hol II es muy señalado por tratarse de un esqueleto tan antiguo, pero no es el único. Carmen Rojas Sandoval, arqueóloga subacuática del INAH Quintana Roo, sabe que las cuevas del estado se han convertido en la meca del espeleobuceo. Personas de todo el mundo llegan al lugar para tomar sus cursos de buceo en cuevas y los bienes arqueológicos son cada vez más accesibles a un mayor número de personas.
  
espeleobuceoQuintana Roo se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes para la práctica del espeleobuceo. Fotografía: Pavel Yudaev.
Así que conservar la riqueza arqueológica de la región va a requerir de mejores regulaciones municipales para los espacios subterráneos, los guías de buceo y el desarrollo urbano. Porque rescatar todos los vestigios de las cuevas inundadas no es una opción, eso requeriría de una enorme cantidad de dinero, laboratorios, especialistas y lugares para su adecuada conservación. Además de que no es el ideal en la investigación arqueológica, explica Carmen Rojas.
 
"Si yo pudiera preguntar a la evidencia todo lo que le quiero preguntar sin tener que sacarla, lo haría. Porque para el arqueólogo, colectar la evidencia es como para el cirujano operar, es intervención de riesgo a cuerpo abierto. Pero todavía no nos da la tecnología para hacer una arqueología 100 por ciento no intrusiva".
 
Pero en los casos en que hay peligro de destrucción de la evidencia por el desarrollo urbano o por el hurto, se debe intervenir para salvar la pieza.
 
Carmen fue quien dio a conocer en las redes sociales la desaparición de Chan Hol II. Ella sabe que la persona que pudo haber accedido hasta el esqueleto debía ser un buzo técnico con años de experiencia en la actividad. Esto la hace contrariarse, porque un explorador con esa experiencia se supone tendría que ser una persona consciente, que busca proteger los lugares que explora.
 
"Hay que estar prevenidos, porque parece que también puede darse el caso de my precious, de una persona que quiere atesorar y adueñarse de algo que ni siquiera es parte de su pasado directo, sino que pertenece al pasado de todos los americanos y de la humanidad".
 
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martes, 12 de diciembre de 2017

Campanas del inframundo, estalactitas que crecen bajo el agua


Playa del Carmen, Quintana Roo, Conacyt / ciberpasquinero

Las estalactitas, las estalagmitas y otras caprichosas estructuras presentes en las cuevas son conocidas como espeleotemas. Su formación suele atribuirse a procesos físicos, específicamente a la disolución, el escurrimiento y el depósito de agua con minerales en la cueva. Pero en el cenote Zapote, en Quintana Roo, se acaba de descubrir un tipo de espeleotema único, una formación mineral que creció bajo el agua gracias a la ayuda de bacterias y arqueas.

campanas-head-121117.jpgCampanas sobre tronco. Fotografía Eugenio Aceves.

Estas extrañas formaciones son conocidas como campanas del inframundo, o Hells Bells, por los buzos que visitan el cenote. Son estructuras colgantes con forma de campana o trompeta que alcanzan una altura de dos metros y un diámetro de 80 centímetros en su parte más ancha. 

Estas formaciones le llamaron la atención a Jerónimo Avilés Olguín, director del Instituto de la Prehistoria de América, A.C. Al espeleólogo e investigador le parecía muy extraña la forma en la que habían crecido las estalactitas y verlas, incluso en el tronco de un árbol que había caído en el cenote, lo hacía sospechar que eran formaciones recientes y que tal vez podrían haber crecido bajo el agua.

En un principio, los colegas de Jerónimo Avilés tomaron esta teoría como algo poco probable, pero el equipo de trabajo, formado por científicos mexicanos y alemanes, decidió realizar una investigación más profunda y determinar si era posible que las campanas estuvieran creciendo bajo el agua y por qué mecanismo lo estaban haciendo.

Para ello, el equipo de espeleobuceo formado por Vicente Fito, quien exploró el cenote por primera vez; la microbióloga Anna Geenen, del Instituto de Ciencias Biológicas de Karlsruhe Alemania; Mónica Torres; Eugenio Aceves y Jerónimo Avilés, colectó algunas campanas y agua de diferentes profundidades del cenote.

Una vez recuperadas, las muestras se mandaron al Dr. Wolfgang Stinnesbeck de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, para conocer la edad de las campanas e identificar a los microorganismos en ellas y en el agua, pues sospechaban que estaban involucrados en la formación de los espeleotemas.

El resultado del fechamiento indicó que las campanas tenían en su capa más antigua alrededor de cuatro mil 500 años y en su capa más reciente casi 300 años. Es decir, que habían estado creciendo desde mediados del Holoceno hasta la actualidad.

Hace aproximadamente 10 mil años, el nivel del mar estaba 100 metros por debajo del nivel actual y las cuevas y cenotes de la Península de Yucatán estaba secas. Pero cuando la temperatura del planeta aumentó, los glaciares se derritieron y el nivel del agua aumentó hasta alcanzar su nivel actual, hace cuatro mil 500 años.

Esto quiere decir que las campanas del inframundo crecieron completamente bajo el agua, algo único entre los espeleotemas.

El grupo de científicos mexicanos y alemanes publicaron su descubrimiento en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.

Arqueas y bacterias que hacen crecer las rocas

campanas-rec1-121117.jpgFuente:  Conabio.Las campanas del inframundo habían estado creciendo bajo el agua, ¿pero por qué? En un situación normal, los espeleotemas se forman por que el agua de lluvia al caer absorbe el dióxido de carbono (CO2) del ambiente y se vuelve un poco ácida. Al volverse ácida adquiere la capacidad de disolver algunos minerales en el subsuelo y los arrastra en su camino.

Cuando el agua con el CO2 y los minerales escurre hasta una cueva o una cavidad con aire, el CO2 que traía disuelto se libera al ambiente y el agua pierde la capacidad de retener los minerales que arrastraba. En ese momento los minerales se depositan y construyen formas caprichosas como las estalactitas o las estalagmitas.

Pero las campanas que crecían en el cenote Zapote no podían haberse formado de esta manera. Los científicos descubrieron que en las campanas vivía un tipo de bacterias que no estaban presentes en el agua del cenote ni a otras profundidades.

Al parecer, para realizar sus funciones vitales, estas bacterias utilizan el CO2 en el agua y al hacerlo disminuyen su acidez y su capacidad para retener minerales disueltos. Esto genera un microambiente que ocasiona que los minerales precipiten y capa por capa den origen a las campanas.

Este microambiente también se ve influenciado por las condiciones fisicoquímicas que se generan a 30 metros de profundidad, en la haloclina, una capa de salinidad media donde el agua dulce de la lluvia y el agua salada del mar mezclan. De hecho, las campanas solo crecen unos metros por encima de esta capa.

Campanas-del-inframundo-sobre-haloclina.-Fotografía-Eugenio-Aceves.jpgLas haloclinas pueden aparecer como una capa turbia en los cenotes. Fotografía Eugenio Aceves.

Este tipo de crecimiento bajo el agua solo se había detectado en contadas ocasiones en cuevas en Nuevo México, España, Alemania y en los Alpes. En donde también se ha asociado a la presencia de microorganismos que facilitan el depósito de minerales.

Esta es la primera vez que se documenta este tipo de formaciones en México. Por su tamaño y origen microbiológico puede decirse que son los biotemas más grandes del mundo, y para Jerónimo Avilés son una prueba más de que la exploración de los cenotes tiene mucho que contarnos sobre la vida en el planeta. El equipo de investigación continuará con el estudio de las campanas del inframundo, ahora también con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) 

 

Presentación de Hells Bells.jpg


¿Porque no podemos contactar con extraterrestres?

Uno de los eternos debates presentes entre los seres humanos es sobre si existe, o no, vida en algún otro planeta que no sea la Tierra.


Chile / ciberpasquinero
    
Según el investigador principal de la misión New Horizons, para poder contactar con vida extraterrestre el problema serían los enormes océanos subterráneos y gigantescas capas de hielo de la mayor parte de los planetas capaces de albergar vida.
Si bien se han realizado varios esfuerzos por lograr hacer contacto con posible vida extraterrestre, hasta el momento esto no ha ocurrido.
Esto ha llevado a muchos a hacerse la idea de que probablemente no existen civilizaciones en otro lugar que no sea la Tierra, aunque también hay quienes sostienen que los seres alienígenas probablemente sí existen, sólo que no podemos verlos.
Así lo ha planteado Alan Stern, investigador principal de la misión New Horizons, la que actualmente se encuentra explorando Plutón.
Tal como indicó el experto durante su participación en una reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, realizada en Utah, Estados Unidos, los extraterrestres podrían vivir en océanos subterráneos de lugares helados, tales como Encélado y Europa, lunas de Saturno y Júpiter respectivamente.
El científico defendió la idea de que la mayor parte de los planetas capaces de albergar vida puedan ser sumamente diferentes a la Tierra, con enormes océanos subterráneos atrapados bajo gigantescas y gruesas capas de hielo y roca.


Lo anterior impediría, por ejemplo, que pudiéramos hacer contacto con estos seres, ya que la masa que cubriría estos mundos bloquearía las señales de radio, las que no podrían propagarse a través del espacio.
En ese sentido, y debido a su encierro, el norteamericano agregó que estas hipotéticas civilizaciones podrían desconocer lo que hay más allá de las capas de hielo.
Un artículo publicado por el sitio Business Insider precisó que la teoría sugerida por Stern haría prácticamente imposible que los seres humanos pudiéramos hacer contacto con eventuales extraterrestres que habiten en ese tipo de ambiente.
"Probablemente ellos ni siquiera sepan que hay un universo afuera. Quizás nunca lleguen a desarrollar misiones espaciales", explicaron.
En efecto, si ese tipo de culturas no nos encuentran se explicaría también debido a la poca importancia que podrían darle a la comunicación a larga distancia, especialmente si creen que otros tipos de vida, como la raza humana, viven bajo la superficie.
Estas ideas de Stern podrían ayudar a explicar la falta de señales provenientes de otras civilizaciones tecnológicamente avanzadas, enigma conocido como la paradoja de Fermi.


Una lejana "súpertierra"

Recordemos que un exoplaneta descubierto recientemente orbitando alrededor de una estrella a 40 años luz de la Tierra sería el candidato ideal para centrar la búsqueda de signos de vida más allá del sistema solar, informó en abril pasado el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Entre miles de exoplanetas, cuerpos celestes que orbitan fuera del sistema solar, el denominado 'supertierra' (LHS 1140b) es considerado uno de los más interesantes de los descubiertos en la última década, según los astrónomos que participaron en la investigación, que aparecerá publicada en Nature.
La 'supertierra' es "el objetivo perfecto para llevar a cabo una de las misiones más grandes de la ciencia: buscar evidencias de vida más allá de la Tierra", señaló Jason Dittmann, investigador del Centro de Astrofísica Harvard-Smithosonian (Cambridge, EEUU) y autor principal del artículo, citado en una nota de prensa del ESO.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Problemas para entregar ayuda humanitaria en Sudán



ONU / ciberpasquinero

Naciones Unidas y sus socios humanitarios asistieron a 5 millones de personas durante este año en Sudán del Sur y el objetivo para el año que viene es incrementar ese número, destacó hoy el coordinador de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.
Durante un informe al Consejo de Seguridad sobre la situación en el país africano, Mark Lowcock, señaló que la situación humanitaria continuará siendo grave, si no se detienen las hostilidades, se restablecen los servicios básicos y se acata el derecho internacional humanitario.
"Este año la ONU y sus socios humanitarios detuvieron la hambruna, pero requirió recursos enormes y supuso numerosos riesgos para nuestro personal. Debemos evitar que reaparezca el año que viene", dijo.
Desde el inicio del conflicto en país africano, al menos 95 trabajadores humanitarios fallecieron en acto de servicio, la mayoría de ellos sursudaneses, destacó.
Lowcock indicó que en las últimas semanas, tanto el gobierno como las fuerzas de oposición, continuaron obstaculizando la entrega de ayuda humanitaria a la población.
El coordinador destacó el importante papel que juega la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) en la protección de civiles, pero dijo que ésta no puede sustituir ni reemplazar la responsabilidad del gobierno nacional.
Lowcock destacó que los sufrimientos del país son también debidos a la situación económica que continúa empeorando.
Por su parte, el responsable de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, dijo que a medida que se acerca la temporada de sequía, el conflicto militar y los combates entre comunidades se pueden agravar. 
Lacroix instó al Consejo a estar atento a los acontecimientos en el país e incrementar sus esfuerzos en condenar y poner fin a la violencia, proteger a los civiles y facilitar una solución política del conflicto con carácter de urgencia.

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Reconocen a periodistas de ciencia

Ante tiempos convulsos, quienes se dedican a la increíble labor de comunicar, que pueden mirar, en profundizar en lo que la ciencia hace, para ayudarnos a comprender que somos parte de un todo


Puebla, AMC / Ciberpasquinero

Con un reconocimiento a la labor que desempeña el periodista de ciencia, "porque con su actividad ayuda a comprender el papel que tiene el hombre en el mundo", Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), participó en la inauguración del V Seminario Iberoamericano de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el Centro Cultural de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Por la importancia de su actividad, añadió Cabrero en un mensaje videograbado, el Conacyt reprogramó el evento que tenía organizado para septiembre para no perder continuidad en el seminario: "Ante tiempos convulsos, quienes se dedican a la increíble labor de comunicar, que pueden mirar, en profundizar en lo que la ciencia hace, para ayudarnos a comprender que somos parte de un todo".
Reconoció que ante este compromiso con la ciencia, el conocimiento y la comunicación, se necesitan abrir más espacios como estos, y recordó: "Vimos una tragedia, un fenómeno natural (el sismo del 19 de septiembre, 2017) y los desastres asociados nos permitieron observar una vez más la necesidad de contar con información verificada, de fuentes autorizadas en el periodismo profesional". Y este seminario, agregó, forma parte de las actividades de comunicación pública de la ciencia que lleva a cabo el Conacyt, y para el año 2018 "se continuará asignado presupuesto para seguir desarrollando todas estas actividades".

La labor del periodista, un cruce de actividades
El vicerrector de Investigación de la BUAP, Ygnacio Martínez Laguna, indicó que el seminario que por segunda ocasión alberga esta institución de educación superior, es un espacio en el que periodistas e investigadores se reúnen con miras a mejorar los procesos de comunicación de los resultados de las actividades científicas.
"Sabemos que las labores del comunicador de ciencia nunca se han encontrado con una tarea fácil. Trasladar los métodos y resultados de la ciencia de manera precisa e interesante al público en general implica un cruce de actividades: entre lo extenso y lo breve, lo técnico y lo coloquial, la precisión y lo anecdotario".
Martínez Laguna admitió que en la actualidad la comunicación científica alcanza estándares de exigencia superiores a los nuevos canales que convocan al diálogo, de esta manera las redes sociales y demás medios de los que actualmente se vale la profesión incentivan la creación de fuentes de doble vía por el que transita el público.
En opinión del vicerrector esta actualidad es una oportunidad pues si no se pierde la precisión en la comunicación científica es posible involucrar al receptor del mensaje en temas esenciales de tecnología, innovación y desarrollo.
"En la medida en que el periodismo de ciencia logre sus objetivos se fortalecerán los pilares de la sociedad, de la información, y se coadyuvará a la transformación de una sociedad del conocimiento por una sociedad donde sus integrantes tengan más elementos para hacerla más participativa", señaló Ygnacio Martínez.

Otros países
Jesús Mendoza, subdirector de Radio y Televisión- Conacyt y coordinador del seminario, destacó la participación de la BUAP "un aliado que ha entendido la importancia del periodismo de ciencia, tanto para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en México como para para toda la sociedad mexicana".
Señaló que por quinto año consecutivo se pudo organizar una muestra de lo mejor del periodismo del mundo que se desarrolla en diversos países, al contar con la participación de comunicadores locales, así como de Argentina, Costa Rica, Estados Unidos, España. A este seminario se tiene contemplada la asistencia de estudiantes e investigadores.
Recordó que "tras lo visto con el fenómeno natural del 19 de septiembre, en este seminario se reafirma la necesidad de desarrollar buen periodismo profesional, periodismo de ciencia como una función necesaria para los diversos públicos".
Añadió que México vive una coyuntura muy particular, la de tránsito hacia una sociedad y economía del conocimiento y en este tránsito el periodismo debe desempeñar un papel crucial. 

"No podemos aspirar a una sociedad
y economía del conocimiento sin desarrollar 
mucho más el periodismo de ciencia".

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