Proteínas y compuestos químicos que se encuentran, justamente, sobre el ADN.
México, Conacyt / ciberpasquinero
Los seres humanos reciben de cada padre un juego de cromosomas los cuales constituyen su genoma. En este legado están escritas características como el color de piel o la predisposición a desarrollar cáncer. Pero, ¿esa herencia, presente al nacer en cada una de las células del individuo, es para siempre?, ¿son los genes el destino de los individuos?
La doctora Vilma Araceli Maldonado Lagunas, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), responde a la cuestión comentando que parte del destino de los organismos sí está codificado en su genoma.
A pesar de ello, el código genético no es lo único que determina las características de un organismo, existen ciertas señales que alteran las instrucciones escritas en el ADN dependiendo del entorno en el que se desenvuelva dicho organismo y del ambiente en el que vivieron sus ancestros. Esta especie de etiquetas reguladoras del genoma se denomina marcas epigenómicas.
La palabra epigenoma, proviene del griego epi que significa encima, y se refiere a las marcas formadas por proteínas y compuestos químicos que se encuentran, justamente, sobre el ADN.
Estas moléculas, al igual que etiquetas que indican cuál gen transcribir y cuál no, regulan el funcionamiento de los genes sin modificar la información codificada en el genoma.
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