Morelos, agencias / ciberpasquinero
Un creciente número de mexicanos con permiso de trabajo o acceso a beneficios en Estados Unidos impulsaron un aumento de más del 10% en las remesas hacia México el año pasado, llevándolas a más de 40,000 millones de dólares, incluso cuando los envíos de dinero a otros países cayeron.
Las históricas remesas han convertido a la pequeña ciudad natal de Jantetelco -que anualmente envía a muchos migrantes a trabajar en viveros estadounidenses y en otros lugares-, en un oasis de relativa prosperidad a pesar de la peor recesión que ha azotado a México desde los años 30.
"Regresar a México me puso muy triste esta vez: es difícil ver gente sin nada", dijo Aberto Burgos. "Gracias a Dios pude apoyarlos porque no perdí mi trabajo".
Debido al aumento en la demanda de flores entre los estadounidenses que intentan alegrar sus hogares y disfrutar de la jardinería durante los cierres de actividades, Burgos trabajó el año pasado unos nueve meses en Estados Unidos, tres más de lo habitual, afirmó.
La pandemia provocó una contracción de un 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en 2020, pero las remesas suavizaron el golpe, ayudando a los residentes de Jantetelco, en el estado central Morelos, a reparar sus hogares e incluso a cubrir facturas médicas privadas ante la saturación en los hospitales públicos.
Números
El año pasado, las remesas totales a México equivalieron a alrededor de un histórico 3.8% del PIB, según cálculos de economistas, incluido Jonathan Heath, un subgobernador del banco central de México. Más del 95% proviene de Estados Unidos, según datos oficiales.
El volumen de remesas subraya la dependencia de México de su vecino del norte incluso pese a que el expresidente Donald Trump intentó acabar con la migración a través de un muro fronterizo y amenazó con imponer sanciones comerciales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha aclamado a los migrantes como "héroes", pero la dependencia de México de ese dinero muestra la dificultad que el mandatario ha enfrentado para cumplir su promesa de crear condiciones económicas que hagan innecesaria la migración.
Larga estancia
Una de las principales causas que ha impulsado las remesas es el mayor acceso a la seguridad social de mexicanos en Estados Unidos, pues el 60% de ellos ha vivido allí durante al menos 20 años, según datos del Migration Policy Institute, un centro de investigación con sede en Washington.
Desde la crisis financiera de 2008-2009, el porcentaje de migrantes mexicanos con ciudadanía estadounidense ha aumentado significativamente, dijo Jesús Cervantes, experto en remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
En la última década, la cantidad total de nacidos en México que reside en Estados Unidos cayó levemente, pero la cifra de quienes ya obtuvieron ciudadanía estadounidense aumentó en casi un tercio, y ahora representan casi un 37% del total, según la base de datos IPUMS USA, derivada en una encuesta anual oficial.
Eso hizo que las remesas a México fueran "más resistentes" que las de otros países, añadió Cervantes.
Las históricas remesas han convertido a la pequeña ciudad natal de Jantetelco -que anualmente envía a muchos migrantes a trabajar en viveros estadounidenses y en otros lugares-, en un oasis de relativa prosperidad a pesar de la peor recesión que ha azotado a México desde los años 30.
"Regresar a México me puso muy triste esta vez: es difícil ver gente sin nada", dijo Aberto Burgos. "Gracias a Dios pude apoyarlos porque no perdí mi trabajo".
Debido al aumento en la demanda de flores entre los estadounidenses que intentan alegrar sus hogares y disfrutar de la jardinería durante los cierres de actividades, Burgos trabajó el año pasado unos nueve meses en Estados Unidos, tres más de lo habitual, afirmó.
La pandemia provocó una contracción de un 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en 2020, pero las remesas suavizaron el golpe, ayudando a los residentes de Jantetelco, en el estado central Morelos, a reparar sus hogares e incluso a cubrir facturas médicas privadas ante la saturación en los hospitales públicos.
Números
El año pasado, las remesas totales a México equivalieron a alrededor de un histórico 3.8% del PIB, según cálculos de economistas, incluido Jonathan Heath, un subgobernador del banco central de México. Más del 95% proviene de Estados Unidos, según datos oficiales.
El volumen de remesas subraya la dependencia de México de su vecino del norte incluso pese a que el expresidente Donald Trump intentó acabar con la migración a través de un muro fronterizo y amenazó con imponer sanciones comerciales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha aclamado a los migrantes como "héroes", pero la dependencia de México de ese dinero muestra la dificultad que el mandatario ha enfrentado para cumplir su promesa de crear condiciones económicas que hagan innecesaria la migración.
Larga estancia
Una de las principales causas que ha impulsado las remesas es el mayor acceso a la seguridad social de mexicanos en Estados Unidos, pues el 60% de ellos ha vivido allí durante al menos 20 años, según datos del Migration Policy Institute, un centro de investigación con sede en Washington.
Desde la crisis financiera de 2008-2009, el porcentaje de migrantes mexicanos con ciudadanía estadounidense ha aumentado significativamente, dijo Jesús Cervantes, experto en remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
En la última década, la cantidad total de nacidos en México que reside en Estados Unidos cayó levemente, pero la cifra de quienes ya obtuvieron ciudadanía estadounidense aumentó en casi un tercio, y ahora representan casi un 37% del total, según la base de datos IPUMS USA, derivada en una encuesta anual oficial.
Eso hizo que las remesas a México fueran "más resistentes" que las de otros países, añadió Cervantes.
Gran parte del dinero recibido en México el año pasado se destinó a la atención médica y vivienda.
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