Las personas con una mayor sensibilidad a los sabores amargos resisten mejor las infecciones, halló un estudio
El hallazgo podría algún día llevar a nuevas formas de diagnosticar y tratar a los pacientes de afecciones crónicas de los senos nasales, según los investigadores.
Hasta el 25 por ciento de las personas no pueden saborear ciertos sabores amargos (no degustadores), 25 por ciento pueden saborear cantidades extremadamente pequeñas de sabores amargos (súper degustadores), y el resto de las personas se halla en algún lugar entre esos dos extremos.
Este estudio halló que un receptor del sabor amargo (T2R38) que funciona en las vías respiratorias superiores detecta las moléculas secretadas por cierta clase de bacterias.
"Estas moléculas indican a otras bacterias que formen un biofilm, que ayuda a cobijar a las bacterias", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Pensilvania el autor principal del estudio, el Dr. Noam Cohen, director del Laboratorio de Investigación en Rinología de la universidad, en Filadelfia. "A partir de trabajos anteriores, sabemos que estos biofilmes hacen que el sistema inmunitario monte una respuesta antiinflamatoria demasiado exuberante, que puede llevar a síntomas de sinusitis".
"Cuando el receptor T2R38 detecta estas moléculas, activa maniobras defensivas locales para aumentar la eliminación del moco y matar a las bacterias invasoras. Es como la guerra moderna: interceptar las primeras comunicaciones del enemigo para desbaratar sus planes y ganar la batalla", explicó Cohen, quien también es profesor asistente de otorrinolaringología y cirugía de la cabeza y el cuello, así como médico de planta del Centro Médico de VA de Filadelfia.
En experimentos de laboratorio con cultivos celulares de muestras de tejido de los senos nasales y nasal, los investigadores determinaron que los súper degustadores detectan concentraciones muy pequeñas de las moléculas secretadas por las bacterias, mientras que los que no son degustadores o los que tienen una degustación intermedia requieren cien veces más de la molécula para poder hacerlo.
Cohen y colegas también examinaron a los pacientes que proveyeron las muestras de tejido de los senos paranasales, y hallaron que ninguno de los súper degustadores estaban infectados con el tipo de bacteria que detecta el receptor T2R38, según el estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Journal of Clinical Investigation.
"Según estos hallazgos, creemos que otros receptores del sabor amargo en las vías respiratorias tienen la misma función de 'guardianes' para la detección precoz de los ataques de distintos tipos de bacterias, y esperamos traducir estos hallazgos en un diagnóstico personalizado para los pacientes de [infecciones de los senos paranasales] crónicas", apuntó Cohen.
Los investigadores también esperan usar este hallazgo para mejorar el tratamiento de las personas que sufren de infecciones crónicas de los senos paranasales, que cada año son la causa de 18 a 22 millones de consultas médicas en EE. UU., según el comunicado.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare FUENTE: University of Pennsylvania
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