Pero Estados Unidos cuenta con opciones que garanticen un futuro no tan oscuro, según el informe del Consejo Nacional de Investigación.
Sin embargo, esas opciones requerirán de cambios considerables en los estilos de vida de los estadounidenses y en la forma en que los programas federales están estructurados, señaló el informe, El envejecimiento y la macroeconomía: implicaciones a largo plazo de una población de más edad.
"Creemos firmemente que nuestro país debe actuar más temprano que tarde. El problema no desaparecerá, y mientras más lo pospongamos, peor será. Mientras más esperemos, mayores serán los ajustes que tendremos que hacer", advirtió el martes en una conferencia de prensa Ronald Lee, profesor de demografía y economía de la Universidad de California, en Berkeley, y uno de los copresidentes del comité que redactó el informe.
Roger Ferguson, otro copresidente y director ejecutivo del Fondo de Capital de Retiro Universitario de la Asociación de Seguros y Anualidades de los Maestros (Teachers Insurance and Annuity Association) dijo que "en realidad, el envejecimiento de la población es una buena noticia, porque las personas son más sanas y viven más tiempo... sin embargo, hay varios desafíos económicos. Las presiones más significativas caen sobre los programas de bienestar social diseñados para prevenir la pobreza en los adultos mayores".
Según el informe, la proporción de adultos a partir de los 65 aumentará en 80 por ciento en las próximas décadas en comparación con las personas de 20 a 64. En parte se debe a que la esperanza de vida promedio ha aumentado en 47 años desde 190. Actualmente es de 78 años, y se calcula que para 2050 sea de 84.5 años.
Otro motivo de las crecientes tasas de estadounidenses mayores son las decrecientes tasas de natalidad, a medida que las parejas eligen tener familias más reducidas. Esto no solo significa que una proporción más pequeña de la población será menor de 65 años, sino que también significa que habrá menos trabajadores que contribuyan impuestos para mantener a los mayores, que son menos productivos y consumen más, apuntó el informe.
Aunque algunas personas han ahorrado mucho para la jubilación, el informe estima que entre una quinta parte y dos tercios de los adultos mayores de hoy día no han ahorrado lo suficiente, lo que les deja dependiendo mucho de Medicare y del Seguro Social, programas que, junto con Medicaid, explican actualmente alrededor del 40 por ciento del gasto federal.
Esos gastos de salud pública probablemente aumenten en los próximos años, según el informe.
Medicare, Medicaid y el Seguro Social están en "caminos insostenibles", según el informe, lo que plantea unos riesgos económicos significativos.
"En conjunto, el costo de los tres programas actualmente equivalen a alrededor del 40 por ciento de los gastos federales y al 10 por ciento del producto interno bruto del país", señalaron los autores del informe en un comunicado de prensa. "Debido a la esperanza de vida generalmente más larga y a las tasas más bajas de natalidad, estos programas tendrán más beneficiarios con relativamente menos trabajadores que contribuyan a mantenerlo en las próximas décadas. En combinación con los crecientes costos de atención de salud, el envejecimiento de la población aumentará los gastos en atención de salud y demandará una fracción cada vez mayor de nuestros recursos nacionales".
Pero el informe describe varias estrategias que podrían aliviar la carga tanto para los adultos más jóvenes como para los mayores, al igual que para el gobierno, en los próximos años.
Una opción sería aumentar la edad de jubilación más allá de la actual, 65 años. Y dado el ejemplo de otros países, probablemente esto no deje a las personas más jóvenes sin trabajo, como temen algunos.
Otra estrategia sería que los trabajadores aumenten sus ahorros al mismo tiempo que disminuyen sus gastos para que tengan más recursos al jubilarse. Esto requeriría un mejor conocimiento de las finanzas, o sea enseñar y ayudar a las personas a tomar mejores decisiones financieras a una edad más joven.
Una tercera vía potencial conllevaría consumir menos al mismo tiempo que se siguen pagando los impuestos, de forma que el gobierno federal pueda ahorrar más dinero para los programas de asistencia federal para ayudar a mantener a las personas cuando envejezcan.
El Consejo Nacional de Investigación se describe a sí mismo como un grupo independiente cuya misión es "mejorar la toma de decisiones gubernamentales y la política pública, aumentar la educación y la comprensión del público, y fomentar la adquisición y diseminación del conocimiento de temas de ciencia, ingeniería, tecnología y salud".
El informe fue patrocinado por el Departamento de Tesorería de EE. UU., con financiación adicional del Instituto Nacional del Envejecimiento.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sept. 25, 2012, news briefing with Roger Ferguson, Ph.D., CEO, Teachers Insurance and Annuity Association-College Retirement Equities Fund, and Ronald Lee, Ph.D., professor of demography and economics, University of California, Berkeley; National Research Council, September 2012, Aging and the Macroeconomy: Long-Term Implications of an Older Population
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