En nuestra vida experimentamos una curiosa paradoja: cuanto más avanzamos en edad, más regresamos a los tiempos de la infancia.
Parece que la vida nos invita a unir las dos puntas y comenzar a hacer una síntesis final.
O quién sabe, el ocaso de la vida con la pérdida inevitable de la vitalidad, con los ritmos más tranquilos y los límites insoslayables de esta última fase, inconscientemente nos lleva a buscar fortalecimiento allí donde todo empezó.
La existencia cansada viene a humedecer sus raíces en aquellos comienzos de antaño para intentar todavía rejuvenecer y llegar bien a la travesía final.
Lenardo Boff
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