El libro "Obesidad. ¿Qué hacer? Políticas al vapor", presentado hoy en la capital mexicana, propone un cambio en las políticas públicas para frenar la "epidemia mundial" de la obesidad, que solo en México afecta a casi la mitad de la población.
"Este es un problema mundial, un asunto sobre el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya está llamando la atención (...), es el resultado de la transformación económica de los últimos 150 años, la segunda revolución económica cambió las formas de vida drásticamente", aseguró su autor, el politólogo Jorge Javier Romero.
Esta segunda edición, ampliada gracias a la contribución de varios expertos, entre ellos el doctor en Economía Mario Rodarte, alerta del costo económico que implica la obesidad, el sobrepeso y sus enfermedades derivadas, al mismo tiempo que cuestiona la viabilidad de los sistemas de salud si no se toman medidas.
"Evidentemente, o (el problema) se aborda desde una perspectiva interdisciplinar, multifactorial, donde el Estado asuma su responsabilidad en educar la demanda, o el problema va a estar ahí y su coste económico será tremendo", advirtió Romero.
Desde una perspectiva histórica y evolutiva, recordó que los humanos han pasado de ser "cazadores y recolectores" que tenían que buscar la comida en un contexto de "extrema escasez", a convivir con una sistema de producción de alimentos que en ningún momento obliga a realizar ejercicio físico como sucedía con la caza o la pesca.
Como ejemplo de este cambio, señaló que mientras 100 años atrás en Estados Unidos el 75 por ciento de la población se dedicaba a producir alimentos, hoy el 95 por ciento trabaja en cualquier otra cosa y esa tarea solo la realiza un 5 por ciento.
"En una situación de supervivencia, la capacidad de acumular grasas era una ventaja, pero lo que antes era una ventaja ahora es un problema que va mucho más allá de cualquier medida coyuntural, pues es un problema del desarrollo económico", aseveró.
Por eso, alertó de que tratarlo como si fuera un problema circunstancial solo lleva al fracaso y de no corregirse acarreará costos enormes que ya se están empezando a notar en los sistemas de salud tanto públicos como privados, "rebasados" por unas enfermedades fácilmente tratables pero de costo elevado.
Consideró que esta respuesta gubernamental responde a una política que solo trata de "salir del paso" mediante soluciones que buscan una respuesta satisfactoria a corto plazo, olvidándose de los problemas que subyacen, como la falta de educación alimenticia o la regulación de los productos de la economía irregular.
"De lo que se trata es de entender el problema de una manera integral", añadió Romero, quien tras criticar que los Gobiernos se gasten enormes cantidades de dinero en publicitar sus logros, propuso que esos montos se utilicen en la realización de campañas de promoción de hábitos de alimentación saludable.
El doctor en Economía por la Universidad de Texas Mario Rodarte, colaborador en el libro, también ahondó en la necesidad de plantear soluciones de carácter "multidimensional", pues afirmó que tanto las causas como las consecuencias de la obesidad y el sobrepeso están relacionadas con factores de la vida moderna.
Advirtió que deben ser los Gobiernos quienes actúen, ya que la sociedad todavía "no es consciente" de una problemática que, según estimaciones de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, citadas en el libro, en el año 2017 habrá supuesto un gasto en México de 160.000 millones de pesos (12.483 millones de dólares).
A su juicio, la vida moderna ha hecho que la población adopte una serie de actividades y actitudes para hacer frente a los nuevos retos, que implican una disminución del cuidado de los hábitos alimenticios y la adopción de prácticas negativas para la salud.
Delimitó un primer grupo, formado por condicionamientos psicológicos, que hacen que, por ejemplo, la obesidad en niños y jóvenes pueda tener su origen en "familias disfuncionales" en las que son "virtualmente abandonados" y donde tienen que resolver los problemas por su cuenta, incluidos los relacionados con la comida.
Un segundo grupo, referente al "mundo o mercado moderno", da lugar a situaciones como las derivadas por la incorporación de la mujer al mundo laboral y la "disminución del tiempo que le dedica a la preparación de alimentos o la atención de los hijos".
Por último, la "baja calidad de vida en las urbes modernas", donde los problemas de tráfico y el hecho de tener que invertir cada vez más tiempo en el transporte, hacen que las familias tengan poco tiempo para compartir sobre la mesa e ingerir alimentos en el hogar.
"No hay una solución sencilla y única (...). La obesidad es un problema poco entendido en general y poco estudiado con un carácter multidimensional", indicó el experto.
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