Las intervenciones militares que Estados Unidos realiza en el mundo entero en los últimos 50 años sirven para satisfacer las ambiciones de los políticos sin casi traer beneficios al país, declararon expertos a Nóvosti.
La primera operación de gran envergadura que Washington efectuó en la posguerra fue en Vietnam y fue provocada por el incidente del Golfo de Tonkin hace 50 años.
El 2 de agosto de 1964 el destructor USS Maddox que patrullaba el golfo y realizaba labores de reconocimiento de radio se acercó a la costa de Vietnam del Norte y, según afirmó EEUU, fue atacado por tres torpederos. Más tarde, Washington afirmó que el 4 de agosto sus militares sufrieron otro ataque. Luego se supo que la información no se correspondía con la realidad y era tan solo un pretexto para que el Congreso pueda adoptar una resolución para introducir tropas en Vietnam.
En el Caribe
En 1983 las tropas estadounidenses invadieron Granada, en el Caribe, y destituyeron el gobierno alegando la necesidad de proteger a sus ciudadanos.
EEUU recurrió a métodos similares para intervenir en Irak. Entonces, Washington intentó hacerse con el mandato de la ONU mostrando pruebas en el Consejo de Seguridad de que Bagdad estaba fabricando armas de destrucción masiva. Pese a no obtener apoyo internacional, en 2003 lanzó una operación en el país árabe.
Mucho se desconoce sobre la operación de EEUU y la OTAN en Yugoslavia en 1999 que comenzó, según se anunció, para poner fin a los conflictos interétnicos en la región.
“EEUU opera de manera rígida y dura y no vacila a la hora de emplear la fuerza si otros métodos no funcionan”, indicó el director del Centro Roosevelt de la Universidad Lomonósov, Yuri Rogulev.
Sin embargo, a la vez las autoridades estadounidenses intentan hacerse con el apoyo de la opinión pública y el Congreso presentando un pretexto, muchas veces inventado.
Vietnam
Por ejemplo, los asesores estadounidenses estaban presentes en Vietnam del Sur que se oponía a su vecino del Norte mucho antes de 1964. El país quedó dividido en dos después de que los franceses retiraran en 1954 las tropas de su antigua colonia y Washington temía que otros Estados de la región cedieran a la tentación comunista del Norte.
La operación en Yugoslavia sirvió a EEUU para reforzar su postura en Europa y reafirmar la necesidad de la OTAN, dijo el director del Consejo ruso para Asuntos Exteriores, Andréi Kórtunov.
“La guerra en Yugoslavia se inscribía orgánicamente en la visión general que tenía EEUU sobre el desarrollo preferible de la situación en Europa”, señaló.
En Irak EEUU cambió la táctica defensiva por la ofensiva, subrayó Kórtunov. El presidente George W. Bush estaba convencido de que la democracia estadounidense debía propagarse de un país a otro y triunfar en Oriente Próximo.
Ningún deneficio
Los expertos señalan que la mayoría de las intervenciones perjudicaron gravemente la economía de EEUU sobre todo a largo plazo.
“La participación en guerras y el aumento de los gastos militares suelen tener un efecto doble para la economía. Pueden servir de incentivo durante un tiempo gracias a los pedidos militares y la oleada de patriotismo. Pero la historia muestra que no cabe esperar beneficios a largo plazo. Son gastos no productivos que crean desproporciones en la economía y hacen crecer el presupuesto militar provocando inflación y aumentando la deuda soberana”, explica Kórtunov.
Crisis econ'omica
Los gastos militares en Vietnam dañaron gravemente la economía de EEUU y provocaron un colapso político. Las operaciones en Irak y Afganistán tuvieron un efecto similar: solo ahora el país empieza a recuperarse de la crisis económica.
“Cuando Bush llegó al poder en 2000 el presupuesto tenía un enorme superávit gracias a Clinton. No solo lo gastaron inmediatamente sino crearon un déficit y una deuda soberana que Obama no consigue reducir”, indicó Rogulev.
Además las guerras no aumentan el prestigio de EEUU a nivel internacional. En Irak, por ejemplo, consiguió vencer pero no logró el objetivo que declaró: construir una sociedad democrática.
“Se difunden las ideas antiestadounidenses y los regímenes políticos en las regiones pierden confianza hacia EEUU”, estimó Kórtunov.
Ideología contra sensatez
Crisis económicas y la reducción del prestigio a los ojos de la comunidad internacional, la decepción de su propio pueblo, ideas antiestadounidenses en diferentes puntos del globo… parece imposible que las autoridades de EEUU no tomen en consideración las consecuencias de las injerencias militares.
Kórtunov lo explica por el hecho de que ese tipo de decisiones no suelen ser razonables y a menudo se basan en información poco probada.
Además, EEUU es la mayor economía del mundo y cuenta con enormes recursos, incomparables con los de otros países.
Abaratando el dólar
“Los estadounidenses utilizan esos recursos sin pensar y son muy expuestos a influencias ideológicas. La ideología daña directamente las posibilidades económicas de EEUU”, resume Rogalev.
Agrega que Washington sabe que siempre puede optar por aumentar el volumen monetario abaratando el dólar para cubrir los gastos.
EEUU pretende ser líder global y su establishment se encuentra bajo presión: debe confirmar de vez en cuando su liderazgo interviniendo en problemas regionales, estimó Kórtunov.
“Muy a menudo los líderes políticos estadounidenses no pueden hacer planes a largo plazo. Para un presidente a veces es más importante demostrar su fuerza y seguridad a corto plazo para que le reelijan o para que su partido obtenga más votos en comicios intermedios”, concluyó.
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