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jueves, 14 de febrero de 2013

La renuncia del Papa eclipsa la campaña electoral italiana

CIUDAD DEL VATICANO (AFP)

El anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI el próximo 28 de febrero está eclipsando la campaña de las elecciones legislativas en Italia, previstas el 24 y 25 febrero, cruciales para el futuro del país y de la Unión Europea.

Las elecciones italianas, que se celebran dentro de diez días, estaban hasta ahora en el centro de las preocupaciones en Italia y en las principales capitales europeas, preocupadas por la dirección que tomará el país, golpeado por la crisis de la zona euro.

Pero muy probablemente el nuevo gobierno se formará coincidiendo con la renuncia del Papa, de 85 años, prevista el 28 de febrero, un evento sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica.

"La primera reacción de los políticos italianos tras la renuncia del Papa fue '¡Dios mío, ahora desaparecemos de los periódicos y de la televisión!'", ironiza Ugo Magri, un columnista de 'La Stampa'.

Según los analistas políticos, la renuncia de Benedicto XVI podría tener consecuencias importantes en las elecciones y frenar entre otros la progresión en los sondeos de Silvio Berlusconi, que a causa del Papa perdería presencia mediática, una de sus principales armas electorales. "Está claro que los medios nos prestarán menos atención y es justo que sea así", reconoció Berlusconi. Gracias a su omnipresencia en los medios, 'Il Cavaliere' está ganando terreno frente a la coalición de izquierda liderada por Pier Luigi Bersani, ahora con sólo 4 puntos de ventaja en los sondeos.

Según Renato Mannheimer, un experto en sondeos, el acontecimiento histórico que supone la renuncia del Papa también podría afectar negativamente la campaña de Beppe Grillo, un excómico reconvertido en político que lidera el movimiento Cinco Estrellas, también muy mediático. "Es un 'hereje' del punto de vista mediático" porque no participa en los grandes talk-shows de la televisión italiana, asegura Alessandra Ghisleri, del centro de investigación Euromedia, por lo que su campaña podría "atascarse", según esta experta.

Otro cómico, Maurizio Crozza, bromeó sobre los problemas de Bersani, el líder de la izquierda y favorito para el puesto de primer ministro, desde el anuncio del Papa "¡Bersani tiene tan mala suerte que incluso si gana las elecciones seguirá estando en segundo plano!", dijo Crozza en una aparición en el Festival de San Remo.

El analista político Luigi Crespi va todavía más lejos y asegura que tras el anuncio de la renuncia del Papa, "la campaña electoral ha terminado". Los primeros días del nuevo Parlamento, a mediados de marzo, coincidirán además con el cónclave de cardenales que elegirán al nuevo Papa encerrados en el la Capilla Sixtina, una ceremonia ancestral que sigue fascinando al mundo entero y acaparará sin duda la atención de toda la prensa.

A pesar de todo ello, los principales candidatos a las legislativas, preocupados por el voto católico, no se olvidaron de ensalzar el pontificado de Benedicto XVI y su decisión. Sólo el jefe del gobierno saliente, Mario Monti, considerado como el más cercano a la Iglesia Católica, recordó que hay que distinguir entre política y religión. "Mantengamos separados lo sagrado y lo profano", declaró Monti.

Según Marcello Sorgi, editorialista de La Stampa, los políticos italianos han estado tan ocupados "persiguiendo votos en una increíble feria de vanidades que ahora son incapaces de entender la importancia determinante" de la renuncia de Benedicto XVI.

Por su parte, Marco Travaglio, columnista del periódico Il Fatto Quotidiano, asegura que la decisión del octogenario Papa pone todavía más de relieve "la decrepitud de los políticos, tanto por edad como en el plano político, que se aferran a sus puestos hasta la muerte".

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